El agua del mar, el sol y la arena tienen beneficios para nuestra salud. Escuchar las olas ayuda a relajarnos, pasear de forma regular por la playa mejora nuestras articulaciones, la brisa marina mejora también nuestra respiración.

Después de un día de playa en la que los rayos del sol han acariciado nuestra piel, que hemos protegido debidamente, es momento de darle lo que necesita: calma e hidratación.

Tras un día de disfrutar del mar, cuando lleguemos a casa lo primero que debemos hacer es limpiar la piel de nuestro rostro en profundidad. Los protectores contienen en sus fórmulas filtros solares que son más difíciles de retirar y si no se eliminan adecuadamente pueden obstruir los poros y causar granos. Por esta razón realizar una doble limpieza es fundamental, primero con un limpiador de base oleosa para retirar los restos de la crema protectora solar, como el Aceite Desmaquillante y otro de base acuosa como la Espuma Limpiadora Revitalizante Frutos Rojos que terminará de eliminar el resto de suciedad.

Después de la exposición al sol nuestra piel necesita productos cosméticos destinados a rehidratar, refrescar la piel y calmar. Así que tras la higiene, la primera hidratación la aportará la Esencia Hidratante y Equilibrante que, además de frescura, calma y equilibra la piel a su pH natural 5.5. También dejará la piel idealmente preparada para recibir el sérum o la crema de aplicación posterior.

Para seguir aportando el extra de hidratación que nos demandará la piel, el Serum Antiaging destaca por su poder hidratante, además de sus propiedades antioxidantes, gracias a su fórmula de ingredientes: Oriental Complex®, Ácido Hialurónico, Vitamina C y Pantenol.

#USUTip: Dar toques suaves con los dedos para que la piel absorba el sérum, deja que penetre durante unos segundos y seguidamente aplica tu crema habitual para sellar el sérum.

El último shooting de hidratación y nutrición, que además estimulará nuestros sentidos, lo aportará la Universal Cream, un tratamiento que después de su aplicación no deja sensación de untuosidad.

De esta forma la piel del rostro quedará completamente recuperada, suave, tersa y luminosa después de un día de sol.